Las azukis son claramente las reinas del invierno. Son originarias de Asia y son perfectas para depurar el riñón. Se pueden usar tanto en elaboraciones saladas como dulces. Esta azuki cocida dulce normalmente se llama an, anko u ogura cuando se utiliza para postres. Seguro que conocéis un dulce japonés llamado Dorayaki, este se elabora con Azukis y recomendamos que si os gusta el cine veáis “Una pastelería en Tokio” y veréis como los elaboran, es deliciosa.
Como toda legumbre, hay que lavarla bien y en el caso del azuki, dejarla en remojo en agua 24 horas y no cocinarlas en esa misma agua. Después se cuecen en olla (una taza de azukis por dos y media de agua) aproximadamente 15/25 min. a partir de la ebullición (olla rápida 20 minutos) con un chorrito de aceite de oliva, y si añades una tira de alga kombu (puesta también en remojo) completas el aporte diario de todos los minerales esenciales a tu organismo, no necesitas usar sal y evitas las flatulencias. Después le añades cualquier rehogado de verduras de tu preferencia, cueces unos minutos y ahí tienes un delicioso estofado de azukis. Con azuki cocida, podemos preparar por ejemplo, crema, salteado con arroz o con cebolla, hamburguesas, etc.
Nutricionalmente, al igual que otras semillas de su mismo género, es una legumbre muy rica en proteínas, fibra, vitaminas del grupo B, minerales y oligoelementos. La calidad proteica del azuki es muy interesante desde el punto de vista dietético: destaca por contener una gran cantidad de aminoácidos. Aunque no debemos olvidar que la combinación con los cereales es indispensable si queremos conseguir proteína de alto valor biológico.
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